Me he acostumbrado a tus manías. A tu pelo rizado, a tu obsesión por cabrearme. Me he acomodado a tus gustos, a tus abrazos y a las tardes en mi puerta . Me he habituado a tus caricias. Me he hecho intima de tus gestos, de tus lunares. Soy cómplice de tu sonrisa y tus pecados. Se que hemos cometido fallos, pero juntos los hemos superado. Tengo un master en tu piel y una deuda con tu boca. Soy aficionada a las peleas y adicta a las reconciliaciones. Soy fiel a tus manos y dueña de tus noches. Soy diferente, debí perder la coraza entre mi orgullo y cobardía.
Yo me arriesgo a jugarlo todo. ¿ Y tú, te atreves?
No hay comentarios:
Publicar un comentario